Los hombres que miran fijamente a las cabras
(The men who stare at goats)
Creo que la crítica ha sido especialmente dura con Los hombres que miran fijamente a las cabras. Entiendo de sobra que semejante reunión de talentos como son Ewan McGregor, George Clooney, Kevin Spacey y Jeff Bridges genere descomunales expectativas, pero tampoco es plan de acribillarla si el resultado no torna en una obra maestra digna de figurar en los anales la historia del cine. A mí desde luego me ha gustado, y mucho.
La película comienza con un redactor de un periódico de poca monta llamado Wilton (Ewan), que un día tiene que entrevistar a un tío que afirma ser miembro del Ejército de la Nueva Tierra, una división súper-secreta de soldados entrenados en técnicas paranormales para ser convertidos en armas sigilosas. En teoría, estos podrían espiar a distancia, matar con el poder de la mirada o romper las lineas enemigas en espíritu, sin cuerpo.
Tras un desengaño amoroso, Wilton decide dar un giro a su vida e impregnarla de la pasión que carece, así que se embarca en un vuelo a Kuwait, don la esperanza de poder cruzar la frontera al Irak de la guerra. Ahí se encuentra con Lyn Cassady (George), de quien se dice que es el mejor soldado del Ejército de la nueva tierra. Wilton lo presiona para que hable de su pasado y éste le habla de un veterano de Vietnam aficionado al ácido llamado Bill Django (Jeff), quien le vendió a la armada la noción de luchar sin limitaciones físicas. Bridges interpreta aquí un papel bastante similar al de El Gran Lebowski, lo que hará todavía más extraordinaria su actuación.
La acción de la película transcurre entre el reciente Oriente Medio y eventos sucedidos 20 años antes, Cuando Cassidy se entrena bajo las órdenes de Django para convertirse en, como lo llaman ellos, un "guerrero Jedi" (nota graciosa que Wilton/McGregor nunca haya oído hablar de ellos ni haya visto Star Wars). Clooney no sobreinterpreta y resulta bastante persuasivo, haciendo de Cassady un hombre cuerdo que ha visto lo imposible y no le queda otra que creer en ello. Le muestra a Wilton vídeos de una cabra y un hámster asesinados son el poder de la mente. En teoría, con él los hombres podrían hasta atravesar paredes- si, por supuesto, creen que pueden.
Ambos Wilton y Cassidy se adentran en el Irak de la guerra, donde todo es hostilidad hacia ellos. Cassady pretende combatirla empleando técnicas paranormales. Hopper (Kevin) es el archi-enemigo de Cassydy, que aparece para complicar aún más la situación. La trama se convierte entonces en una sarta de absurdeces que, pese a lo caóticas que puedan parecer, terminan tomando sentido y conformando una hilarante historia que te tiene 93 minutos con la sonrisa puesta.
Como nota final, he leído que esta película es una adaptación bastante libre de un libro del mismo título. Si resulta igual de desternillan que la película, merecerá la pena echarle un vistazo.
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