domingo, 21 de junio de 2015

12 películas altamente recomendables

Era imposible acotar la lista a sólo 10 títulos, así que aquí van 12 de las películas no tan conocidas que más me han gustado en los últimos años:

1. La Haine (1995)


Sorprende el modo en que esta película aborda el racismo, las pobreza y las diferencias sociales, y sorprende más aún cuando descubres que su director, Mathieu Kassovitz, sólo tenía 28 años cuando la hizo. Rodada en blanco y negro, y mostrando una cara de París completamente opuesta a lo que se suele ver en guías de viajes, refleja la vida en lus suburbios franceses a través de los ojos de 3 jóvenes de distintos orígenes unidos por su condición marginal y su odio hacia la sociedad que los ha estigmatizado. Aunque ciertos detalles recuerdan mucho a Scorsese en Malas Calles, como la introducción de los personajes o las técnicas de cámara, demuestra ser lo suficientemente característica como para hacerse un lugar propio en el podio de la películas de corte social. 
"Menudo discurso! Mitad Moisés, mitad Mickey Mouse"
2. The triplets of Belleville (2003)

Aunque es una película de animación, no tiene nada que ver con la idea del género que Pixar lleva años forjando en nuestras mentes. La historia es simple: una abuela inculca en su nieto el amor por el ciclismo, y años después éste se encuentra participando el Tour de Francia cuando es secuestrado en una etapa de montaña. La abuela nueve cielo y tierra para encontrarlo, acompañada por su obeso perro Bruno y las Triplets de Belleville. Es una película rara, muy rara, pero brillante y cándida también (Bruno le roba el corazón a cualquier espectador). Como colofón, la música es tan fascinante que debería recibir una mención especial, sobre todo el uso de la Gran Misa en Do Menor de Mozart durante una escena de tormenta en el mar, es de esas secuencias difíciles de olvidar.

3. Nebraska (2013)

Nebraska es poesía hecha película. Peter Travers de Rolling Stone dijo al describirla: "¿es una comedia o un drama? Ambas a la vez, como la vida misma". Todo en ella es perfecto: la interpretación, la fotografía, la historia que cuenta... Pero por si eso no es suficiente y necesitáis conocer el argumento para convenceros, diré que es el relato de un viaje por carretera que hacen un hombre senil y su hijo de mediana edad para recoger un premio de lotería.
"- Tiene Alzheimer?
- No, simplemente se cree lo que le dice la gente"

4. Before sunrise (1995)

Primera entrega de una trilogía y con diferencia la mejor de las 3, Before Sunrise es la historia de una francesa y un estadounidense (Ethan Hawke) que se conocen en un tren a Viena y se enamoran en el transcurso de a penas un día, justo antes de que él tenga que tomar su vuelo de vuelta a América. El poderoso diálogo que mantienen es la esencia de todo el filme.
"Sabes lo que me cabrea? Toda esa gente hablando de lo genial que es la tecnología, y cómo les ahorra tanto tiempo. Pero, de qué sirve el tiempo ahorrado si nadie lo usa? Si simplemente se emplea en más trabajo. Nunca oyes a nadie decir 'con el tiempo que he ganad usando este procesador de texto me iré a un monasterio Zen'. Nunca escuchas algo así" 

5. Beginners (2010)

Para ser alguien que detesta las películas de amor, ésta ya es la segunda que incluyo en la lista. Pero es precisamente mi aversión al género lo que hace que cuando me guste una película del mismo, me guste de verdad.
Para empezar, decir que Beginners es una película romántica implica generar unas expectativas que difícilmente se verán cumplidas, porque su ejecución no se ajusta a lo que es habitual en este tipo de cine. El filme trata el amor y la pérdida con ternura pero sin caer en el sentimentalismo, una combinación tan escasa como efectiva. En cualquier otra situación Ewan McGregor hubiera copado la pantalla con su excelente papel de Oliver, pero Christopher Plummer, en el personaje de su padre Hal consigue hacerle sombra, tanto que le valió el Óscar a mejor actor secundario.
"Nuestra buena suerte nos permitió experimentar una tristeza para la que nuestros padres nunca tuvieron tiempo".

6. Good Bye, Lenin! (2003)

Dudo que haya una forma más original de retratar un momento histórico como es la caída del muro de Berlín. En Good Bye, Lenin!, la madre de Álex (Daniel Bruhl) entra en un coma profundo durante meses y, cuando despierta, Alemania ya ha sido reunificada. Su corazón está tan débil que no podría soportar ningún sobresalto, de modo que la familia debe ingeniárselas para esconder que su amada patria ya no existe como tal. Un precioso retrato de lo que las personas son capaces de llegar a hacer por aquéllos a quienes quieren.
"El país que mi madre dejó era un país en el que creía, un país que mantuvimos vivo hasta su último aliento, un país que nunca existió de tal forma, un país que, en mi memoria, siempre asociaré con mi madre"


7. Your sister's sister (2012)

No tenía muy claro a qué se refería la crítica cuando decía que esta película es "como ser invitado a la casa de alguien", pero una vez vista entendí que era la analogía perfecta para describira. La ausencia de variedad en actores y escenarios no hace si no remarcar la excelente interpretación de los 3 protagonistas (Mark Duplass, Rosemarie DeWitt y Emily Blunt), que rodaron este pequeño drama situacional en a penas 12 días. Un filme intimista tan sencillo como efectivo.
"Emocionalmente soy, en el mejor de los casos precario y en el peor, un inválido"

8. The Imposter (2012)

Increíble documental acerca de un chico que desaparece en Texas en 1994 con 13 años, y es encontrado en España en 1997, con una historia de secuestro y tortura a sus espaldas. Pero, pese a la alegría de su familia por llevárselo de vuelta a casa, hay cosas que no terminan de cuadrar, y un investigador se propone averiguar la verdad. Pese a que narra una historia real, el argumento tiene más de thriller que de reportaje, así que el suspense está garantizado.
"Una nueva identidad era un pasaporte real, un pasaporte americano. Podría ir a los Estados Unidos , ir al colegio ahí, vivir con aquella familia y ser aguien y no tener que volver a preocuparme nunca más más de ser identificado"

9. Submarine (2010)

Con una fotografía tan impecable a veces resulta difícil centrarse en los demás aspectos de la película, pero si se logra se descubrirá que es una historia sobre crecer y enamorarse, sin los típicos adolescentes hermosos en los que él es un héroe y ella un ser encantador que encandila al espectador. Ambientada en Swansea a finales de los 80 y dirigida y escrita por Richard Ayoade (Moss en The IT Crowd), aunque no cuenta nada que no haya sido contado en el cine 100 veces antes, lo hace con una visión que transforma la cinta en algo único. Me encantaría que Ayoade hubiese seguido haciendo películas como ésta.
"Queridos americanos: la película que estáis a punto de ver es un biopic sobre mi vida. Los eventos tuvieron lugar, hace no mucho, en la magnífica tierra de Gales. Gales está junto a Inglaterra, un país que fingís tratar como a un igual. Mi tierra ha dado a Catherine-Zeta Jones, a Tom Jones y a otros personajes. Todavía no habéis invadido mi país y os doy las gracias por ello. Submarina es una película importante. Vedla con respeto. Con afecto, vuestro protagonista, Oliver Tate"


10. What's eating Gilbert Grape (1993)

"Conmovedora" es definitivamente el mejor adjetivo que podríamos usar para describir este filme, en el que Johnny Depp (todavía adolescente) interpreta a Gilbert Grape, un joven que se siente atrapado en el pequeño pueblo en que vive, donde jamás sucede nada interesante. Tras la muerte de su padre, Gilbert tiene que hacerse cargo de la familia, que incluye a una madre mórbidamente obesa a penas capaz de moverse y a un hermano disminuido psíquico, ambos dependientes por completo de Gilbert y sus dos hermanas. Pero un día una chica (Juliette Lewis) se cruza en su camino, y las cosas comienzan a cambiar. Cualquiera con un mínimo de sensibilidad apreciará los esfuerzos de esta película en mostrar las dificultades que afrontan las familias con algún miembro discapacitado, pero lo más llamativo de todo es la interpretación que Leonardo DiCaprio hace de Arnie, un niño de 18 años con parálisis cerebral, demostrando que ya de aquéllas era todo un actorazo.
"- Me encanta el cielo. No tiene límites.
- Es grande. Es muy grande.
- Grande no le hace justicia, verdad? la propia palabra grande es tan pequeña." 

11. Waking Life (2001)

Waking Life está compuesta exclusivamente por una serie de conversaciones que involucran al personaje principal, en las que a veces participa y otras es un mero espectador. Los tópicos de discusión son cuestiones de trascendencia como metafísica, el libre albedrío, la filosofía social o los propósitos vitales.
El título hace referencia a una cita de Jorge Santayana: "la cordura es una locura que se usa para bien; la vida despierta es un sueño controlado". Toda la película gira alrededor del estado del sueño lúcido, enfatizado mediante la técnica del rotoscopiado (rotoscoping) con que fue realizada.
"El truco está en co
mbinar tus habilidades racionales despierto con las infinitas posibilidades de tus sueños. Porque, si puedes hacer eso, puedes lograr cualquier cosa".

12. In Bruges  (2008)

Dos asesinos a sueldo (Colin Farrell y Brendan Gleeson), son enviados por su jefe (Ralph Fiennes) a Brujas durante un par de semanas. Contar más es crear spoilers innnecesarios, así que me limitaré a decir que es una comedia oscura, muy oscura, llena de giros imprevistos y que si os gusta, el mismo director tiene "Siete Psicópatas" que va por el mismo camino (aunque en mi opinión no consigue alcanzarla).
"Tal vez así es como es el infierno, como pasarse el resto de la eternidad en la puta Brujas"


jueves, 18 de junio de 2015

10 buenísimas películas malas

Tengo que confesar que poseo una extraña afición por el cine cutre. Ya sabéis, esas películas que salieron directamente para televisión y que suelen echar los sábados y domingos por la tarde, para que las neuronas también puedan tomarse el fin de semana libre. Animales asesinos, maldiciones ancestrales, tesoros escondidos, pseudo-ciencia de salón, mucha ingeniería genética y actores que parecen sacados de un casting porno son los ingredientes necesarios para conquistarme.

Ayer vi FDR: American Badass y, mientras meditaba qué lugar ocuparía en una hipotética lista de mis películasde serie B preferidas, decidí echar mano del ordenador y hacer realidad ese ranking.
Si tenéis un rato libre y nos apetece emplear una sola neurona en ocuparlo, cualquiera de las siguientes sugerencias es válida. Imprescindible para una completa apreciación verlas acompañadas de algún brevaje alcohólico, preferiblemente en grandes cantidades. 


1. Hard Ticket to Hawaii (1987)

Si hablamos de argumentos, hay montones de películas como Hard Ticket to Hawaii. El propio director, Andy Sidaris, ha dirigido 12 de ellas, todas protagonizadas por chicas Playboy haciendo de tetudas superagentes secretas en paradisíacos escenarios. Esta clase de filmes son la quintaesencia de las llamadas TV movies, condenadas a no ver jamás el prime time. Todas son estúpidas, todas son ridículas, pero Hard Ticket to Hawaii es proablemente la más divertida de ellas, una perfecta mezcla de sexualidad falta de elegancia y acción hiper-macho ochentera. Sus secuencias de acción son surrealistas, desde el asesino skater que reparte tiros escudado por una muñeca hinchable, hasta el secuaz llamado Shades que es ejecutado mediante un frisbee tuneado con cuchillas (me recuerda a una versión playera de los Peaky Blinders). Ah, ¿y he mencionado ya que el argumento implica a las mozas a la búsqueda de una mortal serpiente que se ha escapado de un laboratorio "infectada con toxinas de ratas infectadas con cáncer"? Sólo por esto ya podría ser valioso echarle un vistazo, pero para gozo y disfrute de los amantes del cine cutre, ésta es a penas una de las varias razones que hacen Hard Ticket to Hawaii tan vergonzosamente buena.


2. FDR: American Badass (2012)

Tengo sentimientos encontrados cuando se trata de películas hechas mal intencionadamente. Guarda cierto encanto pensar en la candidez de un director poniendo todo su empeño en la grabación, convencido al 100% con su proyecto, y resultando éste ser una gran bazofia. Ésta en cambio sugiere más bien ser el producto de una noche de juerga en que un grupo de amigos decidió que era buena idea rodar una película mientras esperaban a que se les pasase el efecto de las setas. Sin embargo, FDR: American Badass es tan graciosa que al final debería importar una mierda si fue hecha así a propósito. Los actores parecen estar pasándoselo tan bien con lo descabellado del diálogo que a penas semeja que estén actuando, es como si filmasen cada toma entre copa y copa de wishkey. Cada vez que la trama parece relajarse y rozar lo que llamaríamos "normalidad", el argumento pega un giro repentino y dobla el absurdo anterior. Con decir que el hecho de que Hitler sea un hombre lobo no es ni de lejos lo más bizarro de la película...








 
3. Basket Case (1982)

El presupuesto de 33000$ no dio para más que unos cuantos actores penosos y una cesta de mimbre, pero aun así lograron hacer una de las mejores películas de terror dentro de la categoría del bajo coste. Basket Case cuenta la historia de dos hermanos: un tío aparentemente normal llamado Duane y su gemelo deforme Belial, al que lleva siempre a cuestas metido en la susodicha cesta. Pese a ser poco más que una mole compuesta por una especie de cabeza y un par de... ¿brazos?, Belial se las apaña para escapar y sembrar el pánico allá dónde va. La película se hizo tan famosa que hasta tuvo un par de secuelas allá por los '90.


4. Poseidon Rex (2013)

No mentiré, Poseidón Rex es seguramente lo más flojo de esta lista, pero mi paleofetichismo me obligaba a incluir algo con dinosaurios. Creo que con un poco más de gore hubiera ganado puntos, porque tener un ancestral depredador submarino atacando gente y no ver a penas miembros amputados es algo que no termina de cuadrar. En el lado bueno, tiene bastante gracia la incoherencia a la hora de mostrar el tamaño del dinosaurio, que a veces es poco mayor que una persona y otras tan grande como una edificio de 7 plantas. También hay carne, mucha carne de fémina, porque en esa isla o hay una escasez de tela o están tan aislados que no les llegan otra prenda que no sean bikinis (hasta las científicas trabajan en bikini). Para desgracia de las espectadoras, el porcentaje de maromos está fuertemente descompensado.



5 Thankskilling (2008)

Un pavo asesino y un reparto con tan poco talento que hasta una obra de teatro escolar resultaría más creíble. Escenas destacables: el pavo se hace pasar por el padre de la protagonista poniéndose su cara tras haberlo matado. El pavo es agredido sexualmente y le pega un tiro a su agresor. El pavo viola a una chica a la que después le parte el cuello. Finalmente, añadir el dato de que la secuela a esta película se llama Thankskilling 3. Creo que con esto ya he dicho suficiente.



6. Hércules in New York (1970)

Os acordáis de la parquedad expresiva de Arnold Schwarzenegger en Conan el Bárbaro? Pues aunque en el momento nos tragásemos que era fruto de una notable interpretación, no hay más que ver Hércules en Nueva York, rodada 10 años antes, para darse cuenta de que el tío no sabía hacer otra cosa. Mantener esos músculos permanentemente hinchados ya debe requerir suficiente esfuerzo como para preocuparse de cuestiones interpretativas. Además, seamos realistas, ¿alguien le miraba a la cara? No lo digo por desprecio ni lujuria, es una mera custión física: resulta inviable enfocar el rostro cuando bíceps y pectorales juntos ocupan más del 80% de la pantalla.
Hércules en Nueva York fue la primera peli distintiva del Chuache, en la que aprece acreditado como "Arnold Strong, Mr. Universe" (Arnold El Fuerte, Mr. Universo), en parte por la complejidad de deletrear su verdadero apellido y principalmente por la inmesidad de su ego. Un coloso de tan sólo 22 años con una experiencia interpretativa tan nula como su carisma merodea por Nueva York dedicándose al wrestling. Se dice que de aquéllas su inglés era tan ininteligible que tuvieron que doblarle los diálogos, pero todavía circulan por ahí retazos del audio original.



7. I bought a vampire motorcycle (1990)

Vamos a jugar a un juego: tenéis tres intentos para adivinar de qué trata la película. Si, después de mucho cavilar, os habéis aventurado a decir "un tío compra una moto que resulta ser un vampiro", habéis acertado. Esta joya británica es una mezcla de comedia y terror que satiriza con éxito el cine horror-basura que tanto pegaba en los States a finales de los ochenta, pero al mismo tiempo también es un horror-basura en sí misma. De ese típo de películas que hacen gracia en parte por sus intencionadas bromas y en parte por su no intencionada ridiculez. La palabra más adecuada para describirla sería bizarra, culminada por una escena que incluye un zurullo parlante en el váter del protagonista. Probablemente haya desalentado a unos cuantos contando esto, pero si aún así os atrevéis a verla, que no sea por falta de información.


8. It came from beneath the sea (1955)

Ray Harryhausen, el genio de los efectos especiales, es el padre-creador de este pulpo gigante asesino que vaga por el océano y termina atacando el Golden Gate. Como dice el tráiler: "la bomba H lo liberó de las profundidades del Pacífico, pero ni siquiera la bomba H puede acabar con él!". Esta película es un perfecto reflejo de la paranoia nuclear de los 50 aunque enmascarada por la etiqueta de ciencia-ficción.

9. Dead Alive / Braindead (1992)

No me ha quedado claro el verdadero título de esta película, que según IMDB es Braindead pero en los carteles dice Dead Alive. Lo que sí es seguro es que ninguno de esos títulos tiene nada que ver con el nombre que se le dio en España: Tu madre se ha comido a mi perro, lo que la convierte en una habitual de las listas de títulos ridículamente traducidos al castellano. 
Todo el mundo tiene un pasado, y el de Peter Jackson es éste. Antes de convertirse en el hacedor de la Tierra Media, se había coronado como rey del gore con esta obra maestra. Sobra decir que es una de las películas más asquerosas y sangrientas que he visto nunca. A lo largo de su hora y media se reproducen absolutamente TODAS las formas posibles de mutilar a un zombie, incluyendo en la que le clavan una bombilla en el cráneo para que la cabeza se le ilumine como una calabaza de Halloween. Pero nada de eso es comparable a la escena final: la masacre del cortacésped. No diré más.
(Vale, sí, sólo una cosa más: ¿a qué retorcida mente se le ocurrió después que era el hombre indicado para manejar una producción de 300 millones de dólares?).



10.  Troll 2 (1990)

Una posible clasificación para las películas de serie B podría ser: mala, muy mala, terriblemente mala y, finalmente, tan apoteósicamente mala que incluso ha inspirado un documental. En el caso que nos ocupa, dicho reportaje se titula Best Worst Movie ("La mejor peor película") y se dedica a intentar desgranar los componentes que hacen de Troll 2 una obra cumbre en su género. 
Resumiendo así rápidamente, un italiano con afición por lo hortera y cutre llegó a Utah en 1989 y, sin saber a penas inglés, se las apañó para rodar un largometraje de bajísimo presupuesto sobre unos duendecillos vegetarianos (no, ni siquiera son trolls). Algunas cosas que se cuentan en el docu suenan a chiste, como que el director contrató al dentista del pueblo, con cero experiencia interpretativa, para que hiciese uno de los papeles principales, o que el actor que aprece en una de las mejores escenas de toda la peli haciendo de tendero era en realidad un tío que se encontraba ahí en una salida de permiso del psiquiátrico. 
El resultado final es tan surrealista que termina pareciendo una broma de mal gusto. Como si al terminar de verla, el director fuese a salir de algún escondite de tu salón y decirte "te lo habías creído, eh?".

martes, 9 de junio de 2015

Eterna abanderada de la nostalgia, cumplir años pasada la candidez adolescencente comenzó a significar una mirada hacia atrás que, pese ser realizada con plena consciencia del embellecimiento que el velo del tiempo proporciona a los recuerdos, no puedo si no legitimar hasta la ferviente autoconvicción de que el pasado fue tan hermoso que hasta lastima.
Desde que tengo uso de razón, y hasta hace a penas tres años, escribía compulsivamente. Los descomunales manojos de libretas y papeles (previos a 2006) y sucesivos archivos .txt dan constancia de mi error: en su inmensa mayoría relatan desdichas, tragedias y desventuras, en la medida que estos términos son aplicables a la arquetípica vida de una joven estándar cuyos progenitores se mostraron eternamente devocionados a su labor parental. Una rápida hojeada a esos textos basta para comprobar que el ayer no fue tan bucólico como mi abigarrada mente quiere hacerme creer. Es más, si nos atenemos a dichos testimonios, podríamos extrapolar que la mía ha sido una juventud atormentada digna de la obra de Sylvia Plath.
Asimilar que la realidad consiste en una convergencia de ambos enfoques, el pesimismo ante lo vigente y la idealización del pretérito, supone para mí un esfuerzo rayano en lo inviable. He incubado un pánico atroz a la incertidumbre del futuro, abanderado por la impotencia ante el paso acompasado de los minutos.
Pero no quiero dar comienzo a la semiveintena (más uno) con una reflexión tan sumamente desmoralizante. Releguemos lo previo escrito al estatus de mera introducción a lo que espero sea una crónica de madurez subjetiva, con el refuerzo positivo que espero me suponga la conciencia sobre mis propias fallas. En el fondo, crecer no está tan mal, es un simple ejercicio de adaptación que la naturaleza lleva ejecutando millones de años. Como dice Mr Antolini a Holden Caulfield al final de El Guardián Entre el Centeno "verás que no eres el primero a quien la conducta humana ha confundido, asustado y hasta asqueado. Te alegrará y te estimulará saber que no estás solo en ese sentido. Son muchos los hombres que han sufrido moral y espiritualmente del mismo modo que tú ahora. Felizmente, algunos de ellos han dejado constancia de su sufrimiento. Y de ellos aprenderás si lo deseas. Del mismo modo que alguien aprenderá algún día de ti si tienes algo que ofrecer. Se trata de un hermoso acuerdo de reciprocidad. No se trata de educación. Es historia. Es poesía".