martes, 20 de marzo de 2012

Los suizos tienen montañas, así que escalan. Los canadienses tienen lagos, así que reman. Los australianos tienen cañones, así que practican barranquismo, una forma híbrida de locura a medio camino entre el montañismo y la espeleología, en la que se desciende en vez de ascender, a menudo a través de húmedos y estrechísimos túneles.

A diferencia de otros lugares con cañones estrechos, como Utah, Jordania o Córcega, Australia posee una rica y profunda herencia de barranquismo. En cierto modo, es una forma extrema de exploración, algo que los aborígenes hacían miles de años antes de que los europeos llegasen. Pero sin cuerdas y equipamiento técnico, no podían explorar los huecos más profundos.

Hoy en día miles de autralianos exploran cañones, cientos los descienden con cuerdas, pero sólo unos cuantos exploran algunos nuevos. Estos individuos tienden a tener las piernas de un jugador de rugby, rodillas llenas de costras de todos los rascazos contra la piedra, la tolerancia de un pingüino a las aguas heladas, la agilidad de un marsupial para saltar entre las rocas y la disposición de un topo para reptar por húmedos y oscuros pasadizos. Por encima de todo, buscan los cañones más remotos y difíciles de acceder. "Cuanto más oscuros, estrechos y rebuscados, mejor", dice Dave Noble, uno de los más expertos barranquistas del país. "La gente me dice: pero y si te quedas atascado?, pero eso es lo que buscas, verte forzado a improvisar para poder salir".

A lo largo de los últimos 38 años Noble ha hecho unos 70 primeros descensos en las Blue Mountains, a unas pocas horas al oeste de Sidney. Esta región escarpada posee cientos de cañones. Las "Blueys" no son montañas exactamente si no viejas mesetas sedimentarias profundamente hendidas por la erosión de los ríos y densamente pobladas por eucaliptos.

A sus 57 años años, Noble nunca ha conducido un coche. Pedalea unos 20 kilómetros al día para dar clases de física en un intituto en la periferia de Sidney. Aunque ha trazado detallados mapas topográficos de cañones que ha explorado, y a los que ha puesto nombres - tales como Cannibal (Caníbal), Black Crypt (Cripta negra), Crucifixion (Crucifixión) y Resurrection (Resurreción)- y ha publicado fotos de ellos en su página web, no está dispuesto a contarle a nadie dónde se encuentran. "Es nuestra ética. Los cañones salvajes deben permanecer sin descripción, para que permanezcan impolutos y otros puedan afrontar el reto de explorarlos por su cuenta. Es parte del misterio".

El principal rival de Noble es un cañonista llamado Rick Jamieson, que se ganó la desaprobación de Noble hace algunos años escribiendo una guía que revelaba unos cuantos secretos de los cañones de la zona. El barranquismo como tal comenzó a practicarse en los 40, pero las principales ranuras no se exploraron hasta los 60, cuando se adoptaron los modernos equipos de escalada. El Danae Brook Canyon, escondido en el laberíntico corazón de las Blue Mountains, es uno de los más difíciles. En su guía, Jamieson lo describe como "un día muy, muy largo" en el que los barranquistas deben hacer nueve o más complicados descensos en rapel. Aún así, el fotógrafo Carsten Peter se atrevió a acompañarlo en una de sus expediciones al lugar, y posteriormente se unió a otros barranquistas en diferentes descensos por la zona, donde fotografió unos impresionantes paisajes que más tarde publicó National Geographic y de los que os dejo las imágenes que más me han impresionado:



Un barranquista desciende con una cuerda una cascada de más de 45 metros en el cañón Kanangra Main



Cascadas de colosales helechos brotan en el húmedo aire atrapado entre las paredes del estrecho cañón Claustral. Explorado por primera vez en 1963, la formación recibió ese nombre por la claustrofobia que inducen sus pasadizos.



Saltando hacia el vacío, Mark Jenkins hace uno de los 14 descensos del Kanagra Main



En el parque nacional Gardens of Stone, laberintos de rocas pagoda (formaciones como colmenas debidas a la erosión) presentan un reto para quienes hacen senderismo pero son un sueño para los barranquistas



"Te sientes como si te tragara la Tierra" dice el fotógrafo Carsten Peter del Black Hole of Calcuta en el cañón Claustral. Hasta los más expertos lo evitan después de las lluvias.



Un barranquista afronta la fuerza de la cascada en el cañón Empress. Dicen que incluso en un descenso sencillo como este uno puede sentir como si se ahogase en el aire.



Los rayos del sol de mediodía le otorgan al cañón de Rocky creek un ambiente semejante al de una catedral.



Estrujándose a través de el cañón de Tiger Snake, David Forbes observa las serpientes que dan nombre al lugar.



El experto John Roberts afirma "El barranquismo trata de la belleza de descubrir. Camiñas durante horas para encontrarte sitios mágicos como este"



El escarpado Wolgan Valley en las Blue Mountains, en las afueras de Sidney, contiene numerosos lugares perfectos para practicar barranquismo



Fuentes:

National Geographic

Lonely Planet- barranquismo

Wikipedia - Canyoning

Todas las fotos de Carsten Peter

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