lunes, 16 de noviembre de 2009

tú no estás hecha para tantas emociones

a menudo me pregunto ante qué seré más vulnerable: si frente a una persona o frente a un papel. no lo sé, es probable que ambos por igual.
odio esa maldita sensación de exposición constante, que sólo deriva en el deseo de volverme completamente invisible. e ilegible. desearía ser volátil, materializarme sólo cuando lo considerase oportuno. me gusta observar sin ser vista, sólo por el placer de poder escudriñar cada detalle con toda la calma del mundo, sin preguntas, sin límites. me gusta ver a la gente dormir porque se vuelven completamente transparentes. y supongo que por eso odio dormir yo, porque detesto ser traslúcida.

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