lunes, 2 de mayo de 2011

Estamos demasiado acostumbrados a vivir con prisa y sin meditar en la realidad que supone que el tiempo no existe y los relojes son obra del demonio. Por eso yo no uso. Por eso yo bebo agua fría durante todo el año y me dedico a entregarme de forma cuántica a la noche. Hablo de ecuaciones y realidades que se componen de dos factores: tú y yo. Dos artistas incomprendidos por el mundo, extasiados de vida y de lógica.
El amor es el arte de las madrugadas . Por eso, de profesión soy noctámbula, para Amarte cuando el cielo es un lienzo y tú estás en tu auge.

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