Me deshago en esta habitación tapándome los ojos. Como guisante bajo colchón y esa canción de los piratas que tanto TANTO me hizo llorar; absorbo los minutos y se indigestan, me ensordecen los ladridos de la perra soledad y es entonces cuando el techo cae, las estrellas no existen y algo que anuncian como eterno, muere. Abre los ojos, porque esa voz que escuchas no es la mía, quizás nunca te hablé. El tiempo es fugaz y las sirenas de Peter Pan siempre serán prostitutas. Y como ellas, conozco a tantas wendys capaces de joderte la vida.. Falsos romances y salivas prestadas.
Lo siento, pero esta noche, cambio de cuento.
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