a estas alturas existen 3 tipos de personas
1. los afortunados que ya han terminado los exámenes y pueden dedicar su tiempo a la observación de las mariposas o aprender a hacer punto de cruz
2. los intrépidos que, aunque todavía no han terminado, estudian carreras de letras (comos el 80% de los universitarios de esta ciudad) y pueden permitirse el lujo de salir de fiesta porque con que se encierren 15 minutos antes de su examen es suficiente
3. los pringados que, como yo, todavía no hemos terminado, y no podemos si quiera osar a desperdiciar un segundo en algo que no sea la dedicación completa a la siguiente asignatura a preparar, si no queremos cagarla por completo y vernos envueltos en un desastre académico como el del año pasado.

así que, tanto si ya disfrutas de la libertad en pleno derecho o te la autoconcedes porque te da la gana, haznos un puto favor a esa pequeña porción de la humanidad que procuramos esforzarnos y DÉJANOS EN PAZ! que bastante esfuerzo nos lleva ya sentarnos ante los apuntes, tener que soportar cánticos y gritos borrachos cuando procuramos mantener una cada vez más esquiva concentración resulta cuanto menos frustrante.