martes, 29 de diciembre de 2009
En ese momento se me atragantaron los polvorones, oh sí
lunes, 21 de diciembre de 2009
volvamos a los 15 años
la visa pasa y pesa
Precisamente, si conseguimos avanzar en la vida es gracias al olvido, porque si recordáramos todas las cosas buenas que hemos perdidos nos aplastaría la nostalgia, y si recordáramos todas las malas, nos paralizaría la depresión.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Aprendí, como aprendieron todos, a llorar a escondidas, porque las lágrimas no se muestran.
Aprendí, como aprendieron todos, a no reírme sola mientras voy caminando por la calle. Tiene que haber compañía para que la risa no parezca una piedra lanzada al rostro de quién te ve reírte.
¿Acaso no pasaste nunca por delante de una plaza invisible? Cuantas veces el dolor, el apuro, la rutina, han hecho que cruzaras por una plaza sin darte cuenta, sin siquiera levantar la mirada para ver la copa de los árboles, sin oler la fragancia de tierra húmeda, a verde refrescado después de la lluvia...
Por eso me hizo bien encontrarte. Hacía tanto tiempo que nadie me escuchaba como bebiendo mis palabras...
Prometiste volver, quién sabe cuando.
Siempre hemos estado despidiéndonos.
Siempre fijando una fecha para el próximo encuentro
Pero no importa, hoy me reí caminando sola por la calle, hoy miré uno por uno los árboles de la plaza y hasta charlé en voz alta con el aire liviano de la tarde, repitiendo palabras.
Y todo, todo se ha desordenado
miércoles, 16 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
días de azul
lunes, 7 de diciembre de 2009
viernes, 4 de diciembre de 2009
la maldición del escritor
Suponte que escribes en una hoja de papel cuanto ves y piensas. Si escribes en una hoja de papel cuanto ves y piensas, poco a poco la vida parece no transcurrir en el presente: la vas escribiendo, y es como si la vieras ya pasada, muerta, como si vieras en la cara de un niño la cara que tendrá cuando sea viejo. Escribes la vida, y la vida parece una vida ya vivida. Y, cuanto más te acercas a las cosas para escribirlas mejor, para traducirlas mejor a tu propia lengua, para entenderlas mejor, cuanto más te acercas a las cosas, parece que te alejas más de las cosas, más se te escapan. Entonces te agarras a lo que tienes más cerca: hablas de ti misma. Y, al escribir de ti misma, empiezas a verte como si fueras otra persona, te tratas como si fueras otra: te alejas de ti misma conforme te acercas a ti misma. Ser escritor es convertirse en otro. Ser escritor es convertirse en un extraño, en un extranjero: tienes que empezar a traducirte a ti mismo. Escribir es un caso de impersonation, de suplantación de personalidad: escribir es hacerse pasar por otra persona.
jueves, 3 de diciembre de 2009
...
martes, 1 de diciembre de 2009
Pero yo seguí acariciándole, estrujándole la entrepierna, clavándole las uñas hasta que se me ocurrió mirarle a a cara. A pesar de lo furioso que estaba con él, a pesar de lo mucho que deseaba humillarle, de pronto descubrí tal humanidad en sus ojos y en el modo en que trataba de sonreír -tal inocencia en su modo de tratar de comprenderme, tal riesgo de salir malherido y, al mismo tiempo, la certeza implícita de que nada iba a ocurrirle- que retiré la mano. Me fui al otro extremo de la habitación y me quedé ahí, sentado, de cara a la pared. Pensé en la tortura y en la violencia gratuita. ¿Cómo podían ocurrir cosas así cuando bastaba una sola mirada implorante desde lo más profundo del corazón para que uno sintiera una compasión inconmensurable y se pasara un año entero llorando?
"El buda de los suburbios" Hanif Kureishi