las series adolescentes son una perdición. reconozcámoslo: enganchan especialmente a púberes e infantes, a esas edades en que cualquier similitud con el mundo real los hace creer que los actores deberían ser sus mejores amigos (maldito sentimiento de identificación). pero, para aquéllos que hemos dejado atrás los teen, tal vez haya un par de ellas que tengan una buena salvación...
Primeramente, skins. qué puedo decir? la innovación en la estructura de desarrollo: cada capítulo se centra en un personaje, la caracterización de los mismos en función a estereotipos adolescentes y el tratamiento que hacen de los mismos: trastornos alienticios, homosexualidad, discriminación... quien no se ha quedado encantado prendado del atractivo de effy, la labia de tony o la locura de cassie? (personajes que, por cierto, tienen la edad que interpretan, un hecho muy poco usual en estos casos) y si todo esto es culminado con una fotografía más que impecable (de verdad exitieron algún día esos cielos azules en inglaterra), el resultado es exquisito. ah, y un dato para aquellos que no quieren engancharse a más series: los capítulos duran 40 min, pero cada temporada consta de sólo unos 10 episodios. se ve en nada, como quien dice.
Mi siguiente guilty pleasure es Gossip Girl, calificada muy a menudo como la versión adolescente de Sexo en Nueva York. Nada más lejos de la realidad. Ambas comparten un importante punto en común: el impecable vestuario, que sirve de referencia no sólo a espectadoras si no a revistas y diseñadores de todo el mundo. Pero a excepción de ese dato, todo cuanto podría enumerarse son diferencias. Pese a ser seguida mayoritariamente por un público femenino, los personajes principales son de ambos géneros, y las tramas que se manejan (cada vez más forzadas y surrealistas, como ocurre en todas las series que llevan su tiepo en antena) incumben a chicos y chicas por igual. Hasta ahora, los actores han ido evolucionando con la misma cronología que sus respectivos personajes (esto es, no se pasan 6 años en el bachillerato), y el puntazo de todo lo ponen los ácidos e ingeniosísimos comentarios de la narradora, gossip girl, de supuesta identidad anónima a la que kristen bell le presta voz. Sus juegos de palabras y referencias literarias y cinematográficas te hacen pensar que probablemente con 15 años no te hubieras enterado ni de la mitad de lo que decía...
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