me fascina ver lo que has cambiado, el haber sido testigo de como poco a poco tu movimientos se han ido desprendiendo de esas ansias que a veces parecían comerte la piel, para desembocar en una calma y una precisión totalmente mágicas.
es increíble cómo, cuando miro tus primeras fotografías, disparos de a penas millonésimas de segundo captando instantes al azar, una imagen buena de cada mil, espontaneidad, siluetas borrosas y caras que desearían mudar de expresión. siempre evoco esos recuerdos cuando ahora, desde mi rincón a la sombra y con la maleta de objetivos en la mano, veo tus manos cuidadosas montando el trípode en la posición correcta, ajustando la cámara hasta lograr el ángulo y la abertura perfectos, haciendo mil pruebas de ensayo y error hasta hacer coincidir exactamente la imagen que tienes en tu cabeza con la que se ve a través del objetivo.
de verdad crees en la paciencia? yo la desconocía hasta que apareciste.
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