Pero qué voy a decir, echo de menos sentirme ligera,como las plumas, como las hormigas, tan diminuta,tan miserable, tan fácil,nada propio de mí,propio de ella.
lunes, 13 de agosto de 2012
...
miércoles, 4 de abril de 2012
Pero, si eres como yo, lo que haces es seguir persiguiendo la tormenta.
domingo, 1 de abril de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Si te encuentras a Buda en el camino, mátalo
viernes, 9 de marzo de 2012
viernes, 2 de marzo de 2012
domingo, 26 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
miércoles, 22 de febrero de 2012

martes, 24 de enero de 2012
miércoles, 18 de enero de 2012
La propuesta busca detener la piratería digital que "lucra" con material protegido con derechos de autor en Estados Unidos y está enfocada principalmente a castigar a sitios web en el extranjero que promuevan dicho material.
Pero un importante número de voces en la industria han alzado la mano para protestar contra lo que ven como una ley "que amenaza la libertad y la innovación en internet". Sitios como Wikipedia y Google han expresado su oposición a dicha iniciativa.
Pero ¿qué es en realidad SOPA y con qué se come? A continuación una breve guía de lo esta propuesta pretende alcanzar y de lo que sus detractores y defensores opinan sobre ella.
SOPA es una iniciativa de ley que ha sido impulsada por empresas -como estudios de cine o compañías discográficas- que aseguran que algunos sitios web están usando su material con el fin de obtener un beneficio económico.
La propuesta califica a estos sitios como deshonestos ("rogue" en el texto legal en inglés) y asegura que "roban los productos creativos e innovadores de Estados Unidos atrayendo más de 53.000 millones visitantes cada año y amenazando más de 19 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos".
En lenguaje simple y llano, estos sitios "deshonestos" pueden definirse -en el marco de esta iniciativa- como cualquiera que contenga vínculos a películas, series de televisión, videojuegos, etcétera, que se encuentren protegidos por derechos de autor.
Y a diferencia de otros proyectos de ley anteriores, éste se centra en bloquear por completo el acceso a dichos sitios desde territorio estadounidense.
Para lograrlo plantea que la Fiscalía de EE.UU. pueda obtener una orden legal que obligaría a proveedores de acceso a internet a bloquear dicho sitio. Dichas empresas tendrían sólo cinco días para acatar la orden legal y ésta podría darse sin juicio de por medio, a partir de acusaciones.
Sin embargo, si después se descubre que la acusación es falsa, el "soplón" tendría que pagar multas y costos legales.
Bajo estas directrices un sitio podría ser acusado sólo por contener un vínculo a una página con material inapropiado. El sitio podría defenderse, pero primero sería dado de baja. En este sentido, sería culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Otra de sus provisiones incluye un mandato para que motores de búsqueda como Google retiren de sus resultados los vínculos a páginas que estén relacionadas con sitios "rogue" o "deshonestos".
SOPA, que se encuentra en la Cámara de Representantes de EE.UU., no está sola. Su hermana PIPA (Protect IP Act) es una creación similar en la Cámara de Senadores. PIPA es menos ambiciosa, sin embargo, aunque ambas buscan frenar la piratería digital.
Aunque la legislación busca combatir a sitios extranjeros, en la práctica también podría afectar a sitios estadounidenses que se relacionan con terceros en otros países del mundo.
Sus detractores -entre los que se encuentran Vincent Cerf el "padre" de internet- han dicho que los riesgos para las empresas estadounidenses son mucho más grandes que los beneficios.
En una carta enviada al Congreso estadounidense, más de 80 personalidades de internet aseguraron que la ley crearía "un ambiente de tremendo miedo e incertidumbre para la innovación tecnológica, además de dañar seriamente la credibilidad de Estados Unidos en su rol de guardian de la infraestructura de internet".
A la mayoría de quienes critican la SOPA les parece que la iniciativa no entiende que, de aplicarse, aislaría a las compañías tecnológicas estadounidenses en una burbuja separada del mundo.
Pero quienes la respaldan aseguran que es la única forma de combatir la piratería digital y la pérdida de empleos y ganancias en el país.
Aseguran que otros caminos se intentaron previamente, sin éxito. Para ellos es mejor detener el acceso a piratería digital apagando por completo la puerta de entrada a sitios que exhiban de una u otra manera contenido protegido.
Entre sus firmantes se encuentra la Asociación de Películas de Estados Unidos, la Asociación de la Industria Discográfica y la Alianza de Software de Negocios. Otras empresas, como GoDaddy -uno de los mayores servicios de alojamiento de páginas en EE.UU.- retiraron su apoyo a la ley tras una fuerte campaña de sus clientes muchos de los cuales, al ser empresas de internet, cerraron sus cuentas.
La discusión sobre el proyecto ha sido diferida, pero se espera que sus alcances e intenciones sigan provocando un fuerte debate.
Después de todo la iniciativa parece acercarse cada vez más a un choque de intereses entre el mundo de Hollywood y el de las empresas tecnológicas, cada uno defendiendo su terreno.
domingo, 15 de enero de 2012
Hay que ser niña y tener trece años para comprobar ciertos deleites a los que es casi imposible acceder sin esos dos requisitos, y hay torturas a las que solo los individuos que poseen ambas cualidades quedan expuestos a la posibilidad de padecer.
Comprobar en el espejo el efecto del carmín sobre tus labios y retirarlo inmediatamente después; tener una mejor amiga; rasgarte las medias a propósito; llenarte las muñecas de pulseras; tumbarte a escuchar música en tu habitación y no hacer nada más durante horas; descubrir lo agradable de contemplar su foto; elegir tu vestido para la fiesta por vez primera; llenar de corazones los cuadernos; dejarte el pelo largo; divagar por los universos interiores en clase; sentir que eres libre... Placeres insustituibles con fecha de caducidad.
Resistirse a la tentación de jugar con muñecas; sentir que eres menos independiente por creer amar; contemplar en el espejo, con dolor, que tu torso deja de ser absolutamente plano para tener volumen; en casa, a las ocho en punto; que ni siquiera tu madre te entienda, ni tú misma logres hacerlo; estar obligada a irte a la cama a las diez, cuando en realidad desearías quedarte contemplando la noche hasta la mañana; no ser la más guapa del universo... Batallas perdidas.
Si todo el mundo hubiese sido niña y tenido trece años, y lo recordase de continuo, el mundo sería tal vez más triste, pero mucho más hermoso.
Todos deberíamos ser niña y tener trece años alguna vez. Una obligación y un derecho del que nadie quedase excluido.
lunes, 9 de enero de 2012
jueves, 15 de diciembre de 2011
martes, 13 de diciembre de 2011
Cuando entró en el piso la mañana siguiente, supe por primera vez qué era el pánico. Algo dejó de funcionar en mi sistema nervioso y mi bien lograda ataraxia huyó abandonándome. Allí, húmeda por las lágrimas, conté las baldosas del suelo y los paneles del techo. Hecha un ovillo con el mentón en las rodillas, mi vida cambió.
Me sumergí en la poesía infinita, que empieza y termina con el mismo verso, obligándote una y otra vez a recitar los siguientes. Martilleaba las sienes con contundencia y maestría, haciendo daño de mil formas distintas. Mi mente dejó de pensar, mi cuerpo dejó de vivir. Pasaron meses. Me desperté.
Cuando digo que me desperté, hablo ciertamente, de un stop en mitad de una autopista de alta velocidad por la que circulaban todos mis sueños hacia el Norte. Sin fila y casi compitiendo, me abandonaban. Salían con la escopeta en el trasero de mi mente. Casi me había quedado vacía. Y luego ese maldito stop.
Desperté y miré el mismo techo de paneles blancos y las mismas baldosas de granito sobre las que una mañana de hacía —lo que yo entendí en ese momento— muchos años, mi vida había cambiado. Pero era algo más, su estado era comatoso. Al menos hasta ese momento. Y quise gritar pero las fuerzas se habían esfumado y el tiempo no era apropiado. Vi por la ventana que iba a llover, así que me levanté y recogí una colada que había olvidado en el balcón.
De lo que él era y lo que fue más tarde no volví a saber nada. Abandoné la idea de volar cuando el último pájaro se coló antes de que el stop retuviera, por supervivencia, el último sueño que me ataba a la vida. Mi último sueño no lo recuerdo, pero está ahí. Por el momento he encontrado este gato, con eso suman dos. Dos sueños valen para vivir durante mucho tiempo con alguna que otra sonrisa. Y con la melancolía, claro, ha vuelto a instalarse.
"—Sean buenos y perdonen mis metáforas", como dijo aquel viejo guionista bohemio.
lunes, 5 de diciembre de 2011
Lo de ser un pequeño punto en la extrema magnitud del mundo, puede desarrollarse para que suene peor, porque serlo conlleva muchas otras cosas. Conlleva ser un activo más en las estadísticas, por ejemplo en la de jóvenes, catalogados de poco inteligentes (en los mejores casos), que algún que otro sábado salen a beber litros y litros de alcohol para luego vomitarlos en las alfombras de seda que sus madres compraron en Nueva Delhi (también en el mejor de los casos) o amenazarse con ballestas y acuchillar a ancianos (¿es redundante decir que esto es en el peor de los casos?), aunque tú no hagas lo último y justo el día en el que realizaron el recuento para la estadística, vomitaras en la alfombra de lana nepalí que fue adquirida en una subasta, no importa, estarás representado en el porcentaje de los que no. No hay escapatoria a la estadística. Otras cosas a las que conlleva lo de pequeño punto, es que Inditex cuenta contigo cuando produce un millón de jerséis iguales; que por diminuta que seas, aumentas el calentamiento global y eso es muy grave porque el mundo comenzó a existir un día para existir por siempre y estaría muy mal que fuera el calor globalizado lo que lo detuviese; que siempre habrá alguien más guapa que tú (discúlpame Julia [Roberts]) y alguien más feo (ay, he pasado por alto que eres Picio), también alguien más inteligente (lo de Edison no tiene tanto mérito, era fácil destacar en una época en la que ni la bombilla estaba inventada) y más memo (tampoco hace falta especificar), así como alguien más asquerosamente rico que tú (Bill Gates no cuenta como humano) y alguien más infinitamente pobre (sí, los niños que se mueren de hambre sin nombre son, o fueron, alguien), lo de memo, pobre y feo es importante considerarlo porque no podrás decir nunca honradamente: ¡oh, Dios mío, soy el ser más memo de toda la faz de la tierra! Ni:¡claro que merezco esa beca, no existe nadie más pobre que yo! Ni tampoco: ¡Pero cómo voy a gustar a Nicole Kidman, soy la persona más horrible de toda la historia, no estoy a su altura estética! Porque puesto a ser desgraciado, lo interesante es serlo el más.
Más asuntos que derivan de ser un pequeño punto: tener que producir un kilogramo de basura al día, si vives en un país desarrollado, y entre 400 y 700 gramos si lo haces en un país en vías de desarrollo; no poder tener más de un hijo varón si eres chino; y la tentativa posibilidad de creer poder convertirte en artista para así poder escapar de la mundana ordinariez de ser igual que los demás, y escribir algo; aunque ya existirán cinco películas sobre el mismo tema, setecientos millones cuarenta y tres mil habrán considerado la idea de escribir sobre el mismo algo que tú, pero se habrán sentido perezosos para llevar a cabo la idea (otra vez un pecado capital es útil; ahora, para salvarte de ordinariez extrema), ciento sesenta y ocho publicaron un libro que tocaba el tema solo de pasada, setenta y dos fundamentaban en ello su obra, pero afortunadamente, cuarenta estaban mal escritos, por lo que sí; si publicaras un volumen sobre algo como tema de partida, no serías extremadamente ordinario, sino ordinario a secas.
domingo, 4 de diciembre de 2011
jueves, 1 de diciembre de 2011
lunes, 14 de noviembre de 2011
"Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo. Tal vez parezca que todo eso nos proporciona serenidad, pero en realidad no hay nada más perjudicial para el espíritu aventurero del hombre que la idea de un futuro estable. El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura. La dicha de vivir proviene de nuestros encuentros con experiencias nuevas y de ahí que no haya mayor dicha que vivir con unos horizontes que cambian sin cesar, con un sol que es nuevo y distinto cada día […]
Te equivocas si piensas que la dicha procede sólo o en su mayor parte de las relaciones humanas. Dios la ha puesto por doquier. Se encuentra en todas y cada una de las cosas que podemos experimentar. Sólo tenemos que ser valientes, rebelarnos contra nuestro estilo de vida habitual y empezar a vivir al margen de las convenciones. Lo que quiero decir es que no necesitas tener a alguien contigo para traer nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente, esperando que la agarres, y todo lo que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla. Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en que vives."
Carta de Christopher McCandless (aka Alexander Supertramp) a Ronald Franz, abril de 1992
miércoles, 9 de noviembre de 2011
De pequeña quería ser Dios. El Dios de los cristianos, con D mayúscula. Cuando crecí un poco me di cuenta de que mis expectativas eran demasiado altas y decidí rebajarlas un poco, entonces pasé a querer ser mesías. Esa vez tardé algo menos en darme cuenta de mi error, y de nuevo bajé unos cuantos peldaños en la escala de aspiraciones, para colocarme a la altura de los seres humanos: sería astronauta. La primera mujer (y el primer ser humano) en llegar a marte, y a júpiter, y a saturno... Pero a medida que pasaban los años, mi metro sesenta y mis nulas aptitudes físicas terminaron por hacerme descender unos kilómetros: me convertiría en piloto. Tendría mi propio avión, con el cual me escaparía a alaska, groenlandia, nueva zelanda y la antártida, para que, fuera donde fuera, todos las personas me parecieran iguales: meros puntos en la lejanía. no existirían hombres ni mujeres, blancos ni negros, rubios, morenos o pelirrojos, narices puntiagudas o mentones prominentes, sólo manchas borrosas sin identidad ni genética.