miércoles, 9 de mayo de 2012
El amor es el arte de las madrugadas . Por eso, de profesión soy noctámbula, para Amarte cuando el cielo es un lienzo y tú estás en tu auge.
sábado, 21 de abril de 2012
martes, 28 de febrero de 2012
miércoles, 22 de febrero de 2012

domingo, 12 de febrero de 2012
miércoles, 18 de enero de 2012
La propuesta busca detener la piratería digital que "lucra" con material protegido con derechos de autor en Estados Unidos y está enfocada principalmente a castigar a sitios web en el extranjero que promuevan dicho material.
Pero un importante número de voces en la industria han alzado la mano para protestar contra lo que ven como una ley "que amenaza la libertad y la innovación en internet". Sitios como Wikipedia y Google han expresado su oposición a dicha iniciativa.
Pero ¿qué es en realidad SOPA y con qué se come? A continuación una breve guía de lo esta propuesta pretende alcanzar y de lo que sus detractores y defensores opinan sobre ella.
SOPA es una iniciativa de ley que ha sido impulsada por empresas -como estudios de cine o compañías discográficas- que aseguran que algunos sitios web están usando su material con el fin de obtener un beneficio económico.
La propuesta califica a estos sitios como deshonestos ("rogue" en el texto legal en inglés) y asegura que "roban los productos creativos e innovadores de Estados Unidos atrayendo más de 53.000 millones visitantes cada año y amenazando más de 19 millones de puestos de trabajo en Estados Unidos".
En lenguaje simple y llano, estos sitios "deshonestos" pueden definirse -en el marco de esta iniciativa- como cualquiera que contenga vínculos a películas, series de televisión, videojuegos, etcétera, que se encuentren protegidos por derechos de autor.
Y a diferencia de otros proyectos de ley anteriores, éste se centra en bloquear por completo el acceso a dichos sitios desde territorio estadounidense.
Para lograrlo plantea que la Fiscalía de EE.UU. pueda obtener una orden legal que obligaría a proveedores de acceso a internet a bloquear dicho sitio. Dichas empresas tendrían sólo cinco días para acatar la orden legal y ésta podría darse sin juicio de por medio, a partir de acusaciones.
Sin embargo, si después se descubre que la acusación es falsa, el "soplón" tendría que pagar multas y costos legales.
Bajo estas directrices un sitio podría ser acusado sólo por contener un vínculo a una página con material inapropiado. El sitio podría defenderse, pero primero sería dado de baja. En este sentido, sería culpable hasta que se demuestre lo contrario.
Otra de sus provisiones incluye un mandato para que motores de búsqueda como Google retiren de sus resultados los vínculos a páginas que estén relacionadas con sitios "rogue" o "deshonestos".
SOPA, que se encuentra en la Cámara de Representantes de EE.UU., no está sola. Su hermana PIPA (Protect IP Act) es una creación similar en la Cámara de Senadores. PIPA es menos ambiciosa, sin embargo, aunque ambas buscan frenar la piratería digital.
Aunque la legislación busca combatir a sitios extranjeros, en la práctica también podría afectar a sitios estadounidenses que se relacionan con terceros en otros países del mundo.
Sus detractores -entre los que se encuentran Vincent Cerf el "padre" de internet- han dicho que los riesgos para las empresas estadounidenses son mucho más grandes que los beneficios.
En una carta enviada al Congreso estadounidense, más de 80 personalidades de internet aseguraron que la ley crearía "un ambiente de tremendo miedo e incertidumbre para la innovación tecnológica, además de dañar seriamente la credibilidad de Estados Unidos en su rol de guardian de la infraestructura de internet".
A la mayoría de quienes critican la SOPA les parece que la iniciativa no entiende que, de aplicarse, aislaría a las compañías tecnológicas estadounidenses en una burbuja separada del mundo.
Pero quienes la respaldan aseguran que es la única forma de combatir la piratería digital y la pérdida de empleos y ganancias en el país.
Aseguran que otros caminos se intentaron previamente, sin éxito. Para ellos es mejor detener el acceso a piratería digital apagando por completo la puerta de entrada a sitios que exhiban de una u otra manera contenido protegido.
Entre sus firmantes se encuentra la Asociación de Películas de Estados Unidos, la Asociación de la Industria Discográfica y la Alianza de Software de Negocios. Otras empresas, como GoDaddy -uno de los mayores servicios de alojamiento de páginas en EE.UU.- retiraron su apoyo a la ley tras una fuerte campaña de sus clientes muchos de los cuales, al ser empresas de internet, cerraron sus cuentas.
La discusión sobre el proyecto ha sido diferida, pero se espera que sus alcances e intenciones sigan provocando un fuerte debate.
Después de todo la iniciativa parece acercarse cada vez más a un choque de intereses entre el mundo de Hollywood y el de las empresas tecnológicas, cada uno defendiendo su terreno.
domingo, 15 de enero de 2012
Hay que ser niña y tener trece años para comprobar ciertos deleites a los que es casi imposible acceder sin esos dos requisitos, y hay torturas a las que solo los individuos que poseen ambas cualidades quedan expuestos a la posibilidad de padecer.
Comprobar en el espejo el efecto del carmín sobre tus labios y retirarlo inmediatamente después; tener una mejor amiga; rasgarte las medias a propósito; llenarte las muñecas de pulseras; tumbarte a escuchar música en tu habitación y no hacer nada más durante horas; descubrir lo agradable de contemplar su foto; elegir tu vestido para la fiesta por vez primera; llenar de corazones los cuadernos; dejarte el pelo largo; divagar por los universos interiores en clase; sentir que eres libre... Placeres insustituibles con fecha de caducidad.
Resistirse a la tentación de jugar con muñecas; sentir que eres menos independiente por creer amar; contemplar en el espejo, con dolor, que tu torso deja de ser absolutamente plano para tener volumen; en casa, a las ocho en punto; que ni siquiera tu madre te entienda, ni tú misma logres hacerlo; estar obligada a irte a la cama a las diez, cuando en realidad desearías quedarte contemplando la noche hasta la mañana; no ser la más guapa del universo... Batallas perdidas.
Si todo el mundo hubiese sido niña y tenido trece años, y lo recordase de continuo, el mundo sería tal vez más triste, pero mucho más hermoso.
Todos deberíamos ser niña y tener trece años alguna vez. Una obligación y un derecho del que nadie quedase excluido.
jueves, 15 de diciembre de 2011
domingo, 4 de diciembre de 2011
miércoles, 9 de noviembre de 2011
De pequeña quería ser Dios. El Dios de los cristianos, con D mayúscula. Cuando crecí un poco me di cuenta de que mis expectativas eran demasiado altas y decidí rebajarlas un poco, entonces pasé a querer ser mesías. Esa vez tardé algo menos en darme cuenta de mi error, y de nuevo bajé unos cuantos peldaños en la escala de aspiraciones, para colocarme a la altura de los seres humanos: sería astronauta. La primera mujer (y el primer ser humano) en llegar a marte, y a júpiter, y a saturno... Pero a medida que pasaban los años, mi metro sesenta y mis nulas aptitudes físicas terminaron por hacerme descender unos kilómetros: me convertiría en piloto. Tendría mi propio avión, con el cual me escaparía a alaska, groenlandia, nueva zelanda y la antártida, para que, fuera donde fuera, todos las personas me parecieran iguales: meros puntos en la lejanía. no existirían hombres ni mujeres, blancos ni negros, rubios, morenos o pelirrojos, narices puntiagudas o mentones prominentes, sólo manchas borrosas sin identidad ni genética.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Da la impresión de que la pareja humana está hecha de tal manera que su amor es a priori de peor clase de la que puede ser el amor entre una persona y un perro (peor, no menor). Y es que este último es un amor desinteresado. Jamás se ha planteado los interrogantes que torturan a las parejas humanas: ¿me ama?, ¿ha amado a alguien más que a mí?, ¿me ama más de lo que yo le amo a él? Es posible que todas estas preguntas que inquieren acerca del amor, que lo miden, lo analizan, lo investigan, lo interrogan, también lo destruyan. Y algo más: el humano acepta al perro tal como es, no pretende transformarlo a su imagen y semejanza, está de antemano de acuerdo con su mundo canino, no pretende quitárselo, no tiene celos de sus aventuras secretas. No lo educa para querer transformarlo, si no para enseñarle un idioma elemental que haga posible la comprensión y la vida en común. Y luego: el amor hacia el perro es voluntario, nadie fuerza a ello (como el antiguo imperativo de "ama a tu padre y a tu madre"
Y lo principal: ninguna persona puede otorgarle a otra el don del idilio, eso sólo puede hacerlo un animal. El amor entre un humano y un perro es un idilio. En él no hay conflictos, no hay escenas desgarradoras, no hay evolución.
martes, 21 de junio de 2011
Déjame que te cuente una historia. O, mejor dicho, mil historias. Porque cada detalle, cada momento, tiene su propia historia, aunque luego se agrupen en un todo y conformen esto que te voy a contar. La magia de una vida fragmentada en mil pedazos, esparcidos en mil lugares, en mil personas, cada uno de ellos brillando hasta componer todo un firmamento de recuerdos.
Déjame que te hable de días, de horas, de huellas que ni el tiempo logrará borrar. De sol, de lluvia, de niebla y de cómo siempre terminas metiendo el pie en el charco más profundo. De segundos que parecen eternos y de eternidades que semejan segundos, de la efimeridad de todo aquello que no quieres que termine jamás.
Déjame que te hable de batallas perdidas con orgullo y de victorias del más amargo sabor, de disparos certeros al mismo centro de la diana, de blancos imposibles.
Déjame que te cuente acerca del momento preciso, de las palabras exactas, de la sonrisa inesperada que se esboza cuando todo sale bien sin haberlo previsto.
Déjame que recoja todo eso y lo archive en un álbum mágico que siempre pueda abrir por la página adecuada cuando haga falta una dosis de pasado para seguir adelante.
miércoles, 8 de junio de 2011
22
domingo, 22 de mayo de 2011
El amor entre una persona y un perro es un amor desinteresado. Jamás se ha planteado los interrogantes que torturan a las parejas humanas: ¿me ama?, ¿ha amado a alguien más que a mí?, ¿me ama más de lo que yo le amo a él? Es posible que todas estas preguntas que inquieren acerca del amor, que lo miden, lo analizan, lo investigan, lo interrogan, también lo destruyan.
Y algo más: el humano acepta al perro tal como es, no pretende transformarlo a su imagen y semejanza, está de antemano de acuerdo con su mundo canino, no pretende quitárselo, no tiene celos de sus aventuras secretas. No lo educa para querer transformarlo, si no para enseñarle un idioma elemental que haga posible la comprensión y la vida en común.
Y luego: el amor hacia el perro es voluntario, nadie fuerza a ello (como el antiguo imperativo de "ama a tu madre y a tu padre").
El amor entre un hombre y un perro es un idilio. En él no hay conflictos, no hay escenas desgarradoras, no hay evolución.